– Ser portadora de Pólipos Uterinos o Miomas.
– Presentar algún tipo de malformación congénita uterina o tener un cuello uterino incompetente para retener embarazos.
– Antecedente de Abortos previos.
– Edad materna entre 25 y 40 años.
– Edad paterna mayor a 35 años.
– Enfermedades genéticas en alguno de los progenitores.
– Diabetes Mellitus mal controlada.
– Consumo de alcohol y tabaco excesivo.
– Uso de drogas o sustancias prohibidas como la cocaína, marihuana, entre otras.
– Sobrepeso u obesidad.
– Trastornos Tiroideos.
– Padecer enfermedades inmunológicas como artritis reumatoide o síndrome de anticuerpos antifosfolípidos, entre otros.